Citroën Cactus, un avance de la futura línea C


En 2007, cuando por primera vez escuchamos la palabra «cactus» asociada a un Citroën, nos preguntamos si ese modelo tan revolucionario llegaría a comercializarse algún día. Por aquel entonces los ingenieros lo diseñaron con un objetivo muy claro: dejar lo superfluo atrás y buscar soluciones reales para romper con todos los esquemas tradicionales.

Así es como ha nacido este Citroën Cactus que verá la luz en unos días en el Salón del Automóvil de Frankfurt. De momento no es más que un prototipo que según la firma francesa se convertirá en la base de la futura línea C que empezaremos a saborear en 2014.

Dimensiones

Su diseño es puro y funcional y sus dimensiones son propias de una berlina compacta. Mide 4,21 metros de longitud (2,61 metros de batalla como el C4), 1,75 metros de anchura y 1,53 metros de altura. Dispone de 1/3 de superficie acristalada y 2/3 de superficie lateral. Eso significa que por el día la buena iluminación natural en el habitáculo está asegurada.

Los novedosos Airbump

Lo que más nos llama la atención a primera vista es lo que ellos denominan Airbump. Se trata de un elemento gráfico insertado en los flancos y en los paragolpes que tiene una misión tanto estética como funcional. Es personalizable y protege la carrocería en el día a día, algo que se explica a través de su superficie suave con tratamiento «soft», ideal para soportar todo tipo de ralladuras. Por si fuera poco, también integra unas cápsulas de aire que amortiguan los golpes.

La parte frontal es la que nos acostumbraremos a ver en los futuros modelos de la línea C. Las superficies lisas hacen que todo el protagonismo vaya a parar a los chevrones, propiciando una armoniosa unión del capó y las aletas. Las luces diurnas LED y los faros integrados en los Airbumps se encargan de hacer el resto. En la parte trasera más de lo mismo, luces LED con efecto 3D incrustadas en el Airbump que protege el maletero.


Si os fijáis en las imágenes, no hay cristales laterales, luneta trasera y pilares centrales. Todo ello para que el interior se convierta en un espacio lo más luminoso posible, ideal para contemplar el exterior desde una posición privilegiada.

Habitáculo minimalista e intuitivo

De ese interior hay que destacar los asientos, ya que se han fabricado tomando como inspiración el sofá de casa. El máximo confort está garantizado y ver las estrellas desde los mismos también es posible, ya que el techo panorámico térmico lo permite. Éste deja pasar la luz, pero no el calor. Protege de los rayos UV como si estuviéramos hablando de unas gafas de sol de categoría 4.

El salpicadero es delgado y flotante. La interfaz es 100% digital y el cuadro de instrumentos ha sido reemplazado por una pantalla táctil de 8 pulgadas que te permite acceder a todas las funciones (audio, navegación, ayudas a la conducción, climatización…). El airbag del pasajero está situado en el techo y la palanca de cambios ha pasado a mejor vida por culpa de un botón de selección ubicado en la parte inferior del salpicadero. También dispone de levas en el volante.


La elegancia y la calidad también están presentes gracias a los revestimientos interiores. La tapicería de los asientos y las puertas combina dos materiales (tejido en algodón azul chiné y cuero natural «camel») que también están presentes en el volante y el salpicadero.

De lo que no hay excesiva información es de su motorización. Sabemos que contará con la nueva cadena de tracción Air Hybrid y que asociará el aire comprimido con un motor gasolina de la familia PureTech. Hablan de un consumo que estará por debajo de los 3 l/100 km.

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