El BMW X4 es un coche muy especial. Es un SUV o todoterreno deportivo que despierta admiración por su diseño, pero que también es capaz de generar un intenso debate por su concepto. Me refiero a eso de no ser ni un todoterreno ni un deportivo, sino una mezcla de ambos que le deja en tierra de nadie.
Es un caso típico de crossover, que es la denominación que se han inventado los fabricantes para que pienses que te has comprado un coche guay. Jamás te dirán que te has comprado un «cruce», entre otras cosas porque sonará a uno de esos perros que no son de raza. Y aquí todos queremos tener coches/perros con pedigrí.
Un pequeño X6
El X4 ya está listo para producirse manteniendo casi todos los rasgos que vimos en las primeras imágenes oficiales del BMW X4 Concept. Será el hermano pequeño del BMW X6, un modelo más accesible para los que algún día llegaron a babear al ver el primer BMW X6, un modelo que hay que decir que es pionero en esta clase de nichos tan extraños.
A continuación podéis ver un escueto vídeo en el que aparece dándose una vuelta por las calles Berlín. No han cambiado el color de la carrocería, que sigue siendo el Long Beach Blue que tan bien le sienta. Veremos si los precios de venta sientan igual de bien o provocan dolores de cabeza entre los que llevan un tiempo ahorrando para hacerse con este nuevo modelo de la marca alemana.