Creo que al final venderán pasta con forma de SUV para que los podamos ver hasta en la sopa. Los europeos nos hemos enamorado de este tipo de vehículos, y las marcas no hacen otra cosa que lanzar nuevos modelos dirigidos a ese segmento para incrementar sus beneficios anuales. Unos más grandes, como el X5, otros medianos, como el X3, y otros más pequeños, como el X1. Y cuidado porque todavía hay hueco para el X4 y el futuro X2.
Este último llegará a los concesionarios en 2017, o al menos eso es lo que está plasmado en los planes de la compañía alemana. Es evidente que quieren inundar el mercado con modelos de la serie X, porque cuando ven un mínimo resquicio de ingresos se lanzan como leones sobre un jabalí herido.
Sin noticias de la tracción trasera
A nivel mecánico habrá sorpresas. Para empezar, abandonarán la clásica tracción trasera para apostar por la tracción delantera y la integral xDrive. Eso significa que seguirá los pasos del BMW Serie 2 Active Tourer, el primer monovolumen y el primer coche con propulsión delantera de la firma bávara.
Versión híbrida en el aire
Se habla de dos carrocerías, una de tres puertas (X2 Sport) y otra de cinco puertas. A nivel de dimensiones no debería sobrepasar los 4,30 metros para no empañar su imagen de SUV compacto, mientras que su estética se asemejará más a la del X4 que a la del X1. Además, los motores seguramente serán más potentes que los del X1, con una oferta que se quedará a medio camino entre el SUV más pequeño de la casa y el X4. Sin ir más lejos, se rumorea que habrá una versión de 300 CV, además de un híbrido enchufable muy frugal.