Y va otro más. Todos los proyectos de movilidad sostenible de la firma de Ingolstad están siendo decapitados. Mientras BMW avanza con su desarrollo de la gama eléctrica “i”, con el i3 como estandarte, en Audi se ventilan primero al R8 e-tron a menos de dos meses de presentarse oficialmente, y ahora al A2, del que ya conocíamos hasta qué número de pie iba a calzar.
Los de los cuatro aros, a pesar de seguir abultando su bolsillo con incrementos de ventas, está replanteándose todo lo que tiene que ver con nuevas estrategias, hibridación, electrificación y concepts alternativos. No van a mover ni una ficha que comercialmente no sea rentable a plazo inmediato. Y eso no es manera de construir un futuro, si se me permite la observación. El desarrollo nunca da dinero, más bien es una semilla que con el tiempo acaba dándote la razón o no. Lo mismo cabe decir del proyecto A1 e-tron: desaparecido en combate.
Replantearse el lema
Con el nuevo A2, Audi quería recuperar la esencia de producto innovador que tuvo la primera generación al emplear el aluminio y los motores de tres cilindros. Iba a ser un coche fiel a ese mismo principio pero en el siglo XXI: híbrido enchufable y full-electric según versión. Nuevos materiales, ultraligero y adaptado a las necesidades de las megalópolis cada vez más obturadas en su riego de circulación.
BMW va a situar en este mismo panorama al i3 durante el 2013, con fecha aún sin concretar. Pero Audi se retira para, según sus declaraciones, replantearse el lenguaje de los diseños diferenciados en cada modelo y una reestructuración de toda la gama de sus productos. Para ellos, la hibridación llegará muy lentamente y caminando sobre seguro en las previsiones de ventas, un despliegue demasiado lento que durará años. Es una metedura de pata bajarse del carro de la investigación mientras su antagonista BMW sigue adelante, eso sin contar con los japoneses. Y terminarán por pagarlo muy caro.
Tal vez su famoso lema, ese Vorsprung Durch Technik, traducido chapuceramente por los de marketing de Audi en España como “A la Vanguardia de la Técnica”, tengan que replanteárselo.
