5 lugares del mundo donde no se permiten los coches


¿Existe alguna población del primer mundo donde esté terminantemente prohibido el uso del automóvil? La respuesta es sí. Existen lugares de hasta 50.000 habitantes donde es posible respirar la tranquilidad y el silencio y oír los niños y el canto de las aves en lugar del incesante rugido de la marabunta automovilística. La contaminación es un mal que nos persigue y por eso, algunas ciudades han desterrado los coches de sus calles para siempre. A continuación, te revelamos dónde están estos lugares huérfanos de coches, rotondas, semáforos y ruidos de insoportables bocinas.

Islas de Sark y Herm


En el Canal de la Mancha, al Este de Guernsey (Reino Unido), las Islas de Sark y Herm nos regalan un aire sin contaminación y un suelo donde los coches están prohibidos. Con 5 km de extensión y aire limpio, ambos paraísos (último reducto feudal de Europa) son además una Meca para los amantes de la astronomía. Es más, la Asociación Internacional «Dark Sky» Sark fue elegida como isla con el cielo más oscuro del mundo. Solo posen una carretera para el uso de caballos o bicicletas, la misma que fue levantada a pico y pala por prisioneros alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. En Reino Unido podemos encontrar también las Islas Sorlingas, situadas al oeste de la costa de Cornualles, donde tampoco permiten el uso de vehículos motorizados.

Houten (Holanda)


En pleno corazón de Holanda y a 10 minutos en tren de Utrecht (4ª ciudad más importante del país), descubrimos la ciudad de Houten, en donde viven 50.000 habitantes. El entramado urbano de 6 km cuadrados está lleno de caminos, avenidas y callejones, pero ningún coche, solo bicicletas y un tren que mueve y facilita el turismo. En la periferia de la ciudad sí se mueven coches, un método para comunicar barrios sin riesgo de contaminación ni ruidos, aunque su tránsito es escaso.

Vauban (Alemania)


Con solo 5.300 vecinos, Vauban es un pequeño «distrito sostenible» perteneciente a Friburgo de Brisgovia (sur de Alemania), que comenzó como base militar en 1936 por orden de Adolf Hitler y donde hoy abundan gente adinerada, edificios con placas solares y calles sin coches ni malos humos. Este «ecobarrio» comenzó en 1992 a estar ocupada por hippies y anarquistas de toda clase, pero con el tiempo y los planos de hasta 60 arquitectos contratados, se transformó en un paraíso turístico lleno de urbanizaciones ajardinadas lejos de la contaminación.

Medina de Fez (Marruecos)


La parte histórica más antigua y amurallada de Medina de Fez (Marruecos) fue fundada en el año 809 aC por lo que sus calles, hoy Patrimonio de la Humanidad, están colapsadas de callejones donde no caben los coches. Este lugar posee algunos de los edificios más antiguos y valorados de Marruecos, por lo que tampoco están permitidas las motos o algún tipo de vehículo. A partir de la famosa puerta Bab Boujloud de azulejos azules, no existen los taxis ni la contaminación.

La Graciosa, Canarias


En España también tenemos paraísos sin coches. La isla de La Graciosa, situada en el archipiélago Chinijo (norte de Lanzarote) es una bella zona con casi 700 habitantes dedicados a la pesca y el sector turístico. Allí no hay demasiados automóviles a motor, solo media docena de Jeeps dedicados a transportar a los turistas a los lugares más recónditos de la isla, como Caleta del Sebo (al noreste) o Pedro Barba (al sureste).

Más zonas del mundo donde no se permiten los coches

Además de Sark, Herm y la isla de La Graciosa, en el mundo existen muchas islas donde el acceso a vehículos motorizados tienen cerradas las puertas. En 1898, se prohibió cualquier entrada de coches a la Isla de Mackinac, en el estado norteamericano de Míchigan. Esta isla virgen de contaminación solo permite bicis y carruajes de caballos, lo que llama la atención a viajeros. Mackinac cuenta con una población de en torno 500 habitantes, aunque en los meses de verano la isla acoge hasta 15.000 turistas. Las Islas de Koster, situadas a las afueras de Strömstad (Suecia), así como la Isla de Hydra en Grecia, la isla Lamu en Kenia o La Cumbrencita en Argentina, son otros lugares donde no existen coches ni transporte público motorizado. El núcleo más histórico de Venecia (Italia) es otra de las zonas urbanizadas donde ni caben, ni se necesitan coches para vivir y ocupar sus calles.

Curiosidades,
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